- Texto: Andrea Arias Zaragoza
- Ilustraciones: Kris Silva
- Editorial: Cuatro Hojas
«A Enriquillo le gustaba ir al colegio y que le recogiera su mamá con un bocadillo. Pero un día no hubo bocadillo. Su mamá lo recibió con las manos vacías. ¿Qué estaba pasando? ¿Y su bocadillo?»
¿A quién no le ha ocurrido esto alguna vez? El matiz con el que empieza la historia nos hace ver que somos personas humanas y que en ocasiones no llegamos a todo. Estoy convencida de que a más de una o uno nos falta ese bocadillo a la salida del colegio. ¡Y no pasa nada! ¡Está bien! Seguro que tiene solución.
Y así es como la impaciencia de esta historia da paso a la paciencia y hace volar la imaginación.
Un cuento rimado y muy divertido, lleno de muchos momentos entrañables y con un mensaje final que te va a emocionar.
Andrea nos transmite mucha dulzura a través de sus palabras, nos aporta el valor de la imaginación, y hace que la espera sea un poco más fácil, y es que Enriquillo vivirá una aventura muy emocionante de camino a su casa ¿Qué podrá llegar a ver en cada personaje de esta historia? Tienes que conocerlos a todos y observar cada detalle de sus páginas.
El ingenio de los niños y las niñas no tiene fin, no olvidemos que los mundos que pueden llegar a crear son importantes para seguir creciendo y que su esencia los hace especiales, es algo que no deberíamos descuidar nunca.
La autora a través de su texto valida las emociones, hace presente los momentos y transmite que la paciencia es parte importante para la creatividad… ¿Quizás para algo más? Te animo a que lo descubras tú mismo y no te pierdas este álbum ilustrado, porque dentro de él vas a sentir lo que puede ser un día cualquiera.
Las delicadas ilustraciones llenas de color que Kris Silva crea en este cuento, perfilan aquello que Andrea Arias viene a contarnos. Si lo lees encontrarás una conexión entre los creadores de «El bocadillo de Enriquillo» que hacen del mismo una maravilla para la literatura infantil. ¿Te lo vas a perder?
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